El 12 de septiembre de 2021, la pequeña localidad de Morón de la Frontera, en Sevilla, se sumió en la incertidumbre cuando Antonio David Barroso Díaz, un niño de 15 años con una discapacidad del 91%, desapareció junto a su madre. A día de hoy, tres años después, la desaparición sigue siendo un misterio sin resolver, un rompecabezas en el que no hay cuerpo ni pruebas concluyentes, pero sí muchas preguntas y teorías.
Antonio David, diagnosticado con síndrome de West, una enfermedad neurológica que le impedía hablar, moverse o realizar actividades por sí mismo, estaba al cuidado de su madre, Macarena. Esta mujer, diagnosticada con esquizofrenia y otros trastornos mentales, se había convertido en la única sospechosa del caso. Sin embargo...