Desde que nadie le contestó a su testamento / memorándum / ladrillo, por mero despecho, se tuvo que cambiar de acera en busca de amor y comprensión.
Lo cojonudo del asunto es que, pese a la ausencia de evidencias a favor, él puede arrogarse el título de reventador de investigaciones (lo más que llega a reventarse con éxito son los granos de la cara), pero le hace gracia que alguien sugiera que debería de investigarse por allí.
Hace semanas o meses que no entro en ese estercolero, así que supongo que seguirá hablando sólo o con subnormales del nivel de Brett, que con tal de recibir migajas de atención solo dice que gilipolleces.