Recuerda que las placas apergaminadas están presentes en la totalidad de la parte posterior de muslos y piernas, tal y como recogen los forenses en su informe.
Después están las placas horizontales y que los forenses atribuyen a un impacto sin que haya rotura de fibras dérmicas vistos las muestras de piel bajo el microscopio.
Encajando esas placas horizontales (bajo el glúteo en la pierna izquierda y sobre la zona trocantera en el caso del derecho) con la precipitación desde el arcén al fondo de la cuneta decir que se habrían producido por la comprensión de los tejidos tras una hiperextensión forzada de las piernas sobre el tronco después del impacto del tórax y abdomen sobre el fondo de la cuneta. La hiperextensión forzada puede comprimir los músculos y otros tejidos blandos, provocando hematomas debido al daño tisular y a la interrupción del flujo sanguíneo. Efectivamente esa comprensión produce presión pero no es por impacto.
El hecho de que la placa de la pierna izquierda esté por debajo del glúteo y la derecha sobre la zona trocantera evidencia que al precipitarse y describir esa postura en la que las piernas se elevan sobre el tronco de la inercia de la propia caida, la cadera ya estaba luxada, por eso la articulación izquierda opuso mayor resistencia a la hiperextensión, por eso placa es de mayor intensidad y se encuentra más abajo, y la derecha , ya luxada al caer y con rotación medial completa de toda la extremidad inferior derecha, es menos intensa y está sobre la zona trocantera.