No puede ser bueno que el abogado de la familia mantenga una tesis que solo tuvo un cierto sentido hasta que el informe final de los forenses vio la luz.
Entiendo que todos lo habréis leído ya, pero se describen un par de livideces cadavéricas concretas que casan perfectamente con la postura del cadáver contra el terreno.
En concreto, en la mano izquierda, que es la que permanecía entre el abdomen y el terreno, se marca el botón de la bocamanga del abrigo y en el tórax se marcan los tirantes del sujetador.
Aunque sea imposible determinar la data de la muerte y el periodo estándar de fijación de livideces deba matizarse por las condiciones ambientales y por las hemorragias internas, resulta plausible afirmar que la fijación de livideces se produjo con el cadáver ya en la cuneta y que es compatible con un traslado nocturno.