Con todo lo que creo que se debe permitir a la familia, que sabemos que el dolor ni se soporta ni se va… Con el camino duro transitado (y el que aún queda) para lograr que haya justicia para Esther y con la terrible forma en que un desalmado acabó con su vida, con todo eso, pienso que el único camino es la ley.
La vida pone a cada uno en su lugar. Mientras tanto, los asesinos nos pueden convertirnos en menos buenos.