, la defensa insiste en que lo cierto es que las batidas no se realizaban sólo por la vía, "y en las mismas participaban cientos de personas, motos y perros, además de los drones y helicópteros utilizados por la Guardia Civil, lo que necesariamente lleva a concluir que el cuerpo no se encontraba desde su desaparición donde fue hallado finalmente".
Pero además, en apoyo de dicha cuestión recuerda que también se han pronunciado no sólo vecinos del pueblo sino profesionales, como es el caso del médico-forense Aitor Curiel, cuyo testimonio podría esclarecer, a su juicio, cuestiones relativas al estado que presentaba el cadáver y otras cuestiones a la vista de las lesiones descritas en el informe médico forense.