El único sospechoso de la muerte de Esther López salió el viernes de los juzgados de Valladolid como había entrado: manteniendo su condición de investigado, pero libre
www.elnortedecastilla.es
Un manto de niebla cubría esta mañana Traspinedo al amanecer. Habían pasado sólo unas horas desde que la jueza decidió
mantener en libertad al principal sospechosode la desaparición y muerte de Esther López y el silencio impregnaba cada uno de los rincones del pueblo. Parecía que sólo los pájaros eran los únicos dispuestos a quebrantar el sigilo que lo impregnaba todo mientras el sol peleaba con la niebla por hacerse un hueco en las calles. Y entonces llegó una furgoneta para romper la calma. «El chatarrero, señora. El chatarrero», se escuchó a todo volumen desde los altavoces de un vehículo cuyos ocupantes alertaban a los vecinos de que llegaban para recoger «calentadores, camas, baterías y toda clase de hierro de viejo», pero los vecinos de Traspinedo no tenían un buen día para andar rebuscando en el trastero. La resaca de
la declaración de Óscar S. en los Juzgados de Angustias se podía sentir tanto como la niebla y los pocos que salieron a la calle lo hicieron para cumplir con las tareas diarias.
En la carnicería Eva, un grupo de personas esperaba a que se les despachara. Un cartel con la frase 'Esther, Traspinedo no te olvida' recordaba a la joven en el escaparate, pero ninguno de los presentes quiso hablar del tema y el carnicero aseguró que los vecinos de Traspinedo «ya dijeron todo lo que había que decir» el viernes en la puerta del juzgado.
Lo que dijeron los vecinos el viernes es lo que llevan diciendo desde que se conoció el triste desenlace de Esther: sólo piden justicia. Mientras, el alcalde de Traspinedo, Javier Fernández, lamenta que no se hayan dado los pasos necesarios para que el caso se resuelva. «No ha habido el avance que se quería. No por el hecho de ir o no a la cárcel, sino porque el caso avanzara en alguna cuestión», explica el regidor, quien no oculta que la prolongación de los plazos hace que la herida abierta en el municipio siga supurando. «La familia no puede tener ya más sufrimiento, igual que el municipio, porque esto se va dilatando y no se ve que avance lo suficiente, como todos queríamos, para que esto se esclarezca cuanto antes», añade.
Ahora, el investigado
encarga informes periciales para poner en evidencia las «lagunas» del atestado de la Guardia Civil y «sembrar la duda razonable» en un suceso que casi dos años después permanece muy presente en el día a día de Traspinedo, tal y como explicaba esta mañana Alberto, uno de los pocos vecinos que quiso hablar sobre el tema. «Yo conocía a los dos y no te puedes posicionar. Aunque sí que es verdad que te puedes poner algo más del lado de la familia, que es la que ha perdido a Esther. A ver si se aclara todo ya para que por lo menos se quede la familia tranquila», apuntaba este hombre, quien aseguraba llevar viviendo en Traspinedo unos seis años.
Los pocos vecinos que accedieron a prestar su testimonio tras la declaración de Óscar S. en el juzgado mantuvieron un discurso similar al de Alberto, pero se negaron a que su nombre y apellidos se reflejaran en el periódico. Una de las personas que quiso mantener el anonimato fue un vecino de una vivienda ubicada a pocos metros de la casa familiar de la fallecida, que se mostró especialmente crítico con lo ocurrido hasta ahora. «El tema judicial y la falta de investigación está siendo un mazazo para la familia, para el pueblo y para todo el mundo.
En Laguna ha pasado algo parecido y tenemos dos asesinatos en un espacio muy corto de tiempo en los que no se ha encontrado a los culpables. Esto no puede pasar en una provincia como la nuestra», indicaba este hombre.
Y de esta manera, entre la indignación de algunos y el silencio de otros, la niebla levantó en Traspinedo para que se pudieran ver nítidamente las calles de un pueblo en el que la palabra que más se repite en cada rincón es 'Justicia', algo que reclaman los vecinos de Esther López, una joven de 35 años que salió de su casa familiar la tarde del 12 de enero de 2022, vestida con un chaquetón de rizo color arena, pantalón negro, botines del mismo color y una pequeña mochila para no regresar jamás.
El alcalde sabe bien que será difícil curar la herida que ha dejado en el municipio este caso, pero está convencido de que para poder conseguirlo el Consistorio debe estar del lado de la familia. «Desde el Ayuntamiento y del municipio seguiremos apoyando a la familia como hasta ahora. Si hay que seguir haciendo concentraciones, se harán y hablaremos con los familiares para ver los nuevos planteamientos que podemos hacer. El apoyo del Ayuntamiento a los seres queridos de Esther siempre va estar presente, ya sea a través de una pancarta, un acto o actividades deportivas», concluía el alcalde de un pueblo que, casi dos años después, sigue pidiendo justicia.