Si, lo dice el mismo narrador. Así funciona la GC. En cierta forma, se puede entender el método. Hay un sospechoso y se debe llegar o descartar su autoría. ¿A toda costa? Evidentemente no.
Lo que también es importe contar: De los seis sospechosos a los que se hace la prueba de la pólvora, solo uno, Borja, da positivo. Los residuos, se supo años más tarde, no se correspondían con los de caza, sino que eran los mismos del casquillo del coche de Sheila. Casquillo que no aparece en la primera intención. Sus padres, que le dan coartada, al parecer no se encontraban en casa esa noche (según testigos). Y la fibra, analizada también después de unos años, coincide. Este tipo de análisis de fibras ya los conocemos. Hay quien no les da veracidad al compatibilizar fibras por su uso o desgaste.
El análisis de losguantesdesimpson.com está muy bien, muy trabajado. Hubiera echado en falta imágenes de las fuentes oficiales que utiliza, registro de llamadas, mensajes… Quizá esté malacostumbrada por el caso de Esther López a fiarme más de los datos y que pueda ser cada uno el que los interprete.
Eso sí, con ganas de leer la tercera parte. Es un caso en el que los contraindicios han ganado a los “indicios” de la investigación.
Elías Barrero, hermano de Sheila:
“A mí de nada me valdría que estuviera un inocente en la cárcel, yo lo que quiero es que el que asesinó a mi hermana pague y que cumpla”