Volviendo sobre el tema, hace años que conozco a diversas personas con profesiones relacionadas con la investigación de crímenes (forenses, abogados, policías, etc) y, no habiendo consultado aún el informe forense, pude hablar con un responsable de Policía Científica de la Nacional para preguntarle sobre el asunto.
Me dijo que el análisis de muestras (a grandes rasgos, búsqueda de diversos fluidos corporales en el terreno más próximo al cadaver así como análisis de insectos y larvas) para establecer el tiempo de permanencia del cadáver en la escena del crimen es de lo primero que se ordena tras la inspección ocular, así que fuese cual fuese la respuesta, los investigadores habrían dispuesto de plena certeza sobre ese dato en una o dos semanas como mucho.
Lo que no he llegado nunca a entender es por qué narices no se centraron en el último que la vio desde el principio, cuando estadisticamente es quien más papeletas tiene para ser el responsable de la desaparición.
Supongo que las propias maniobras del investigado (sugerir que ella pudo ir donde Carolo o donde Ramón) enturbiaron la primera fase de la investigación. Además, hay que recordar que las primeras batidas se centraron justo donde ella no estaba, dando credibilidad a lo que Óscar había contado por aquel entonces.
De poco sirve lamentarse ahora, pero quizás si el cadáver hubiese sido descubierto durante la primera semana, podrían haberse hallado muchas más evidencias de la autoría de Óscar de las disponibles tres semanas después del crimen, y el caso no se hubiera empantanado tanto.