Jajaja, me he dado por aludida con el tema de la pasta, que por otro lado me la suda la economía de Porki. Simple curiosidad, alguna vez he pagado un abogado para un trámite bastante simple y barato no fue. Durante tres años llevando un caso no tengo idea de como va, ni sé cuánto cobra un perito, a eso súmale el redactar comunicados a la prensa (entiéndase la ironía).
Por otro lado, creo que ni la familia de Manuela Chavero ni la de Francis podrían asumir los gastos de una abogada como Verónica Guerrero. Se ofrecen a las familias? Sabéis cómo funciona? En el caso de Francis sé que es a través de QSD Global.
Siendo a través de la fundación QSD, financiada con fondos públicos y donaciones, no hay coste para las familias.
Hay opciones en las que las firmas de abogados se suman al caso como labor social, con costes mínimos para la familia. Altruismo si, pero que hacienda desgrava por estas acciones, pues también.
Los costes del abogado y procurador pueden ir desde los 300 a los 3000€ (dependerá del abogado o la firma y el nivel o reputación). Estas cantidades -también suele haber coste por asesoría inicial- son por cada actuación y dependiendo del momento o fase del procedimiento. No van a cobrar lo mismo por una declaración inicial que por un escrito de defensa, como es obvio.
Por entendernos, cada vez que Guillermo o las abogadas de O. “mueven un papel”, la cuenta sube.
Las tarifas varían mucho, pero diría que la horquilla está entre esas cantidades (por supuesto si tu abogado es una super estrella, mucho más).
En cuanto a cuándo se paga, se acuerda con el abogado previamente, pero normalmente se adapta a las circunstancias económicas de cada uno. Se acuerda y se firma. Suele haber un anticipo y un cobro al final de todo.
Como dato reseñable, si se reclama una cantidad (indemnización) y resulta favorable, es habitual que el abogado cobre un porcentaje de esta. Esto se pacta de forma previa y más si hubiera opciones de ganar.
Hay que tener en cuenta que si se gana el juicio, las costas procesales pueden recaer en el procesado, con lo que, de alguna forma, el coste del cliente lo asumiría el condenado.