K
Komorebi
Invitado
Lo más triste es que el abogado de la acusación, que debe hacer valer los derechos de la víctima y de sus familiares, se presta a eternizar este engaño a la familia. No se puede culpabilizar a la jueza meses después y que no haya un solo dedo acusador hacia la investigación, a la que se exigió que sus expertos construyeran un hilo conductor de lo acontecido la noche del crimen y que sigue sin responder, prestándose más a la incertidumbre que a la búsqueda de la verdad y la justicia.Hace ya tiempo que se veía que este hombre no estaba a la altura de la situación. Ahora viene a decir, por otra parte, lo que muchos ya pensábamos y es que no hay nada importante por llegar y que los informes importantes están en el juzgado. Le quita cualquier valor a ese posible relato que tanto ansía la jueza porque sabe que todo eso lleva al archivo del caso y procede de una forma desesperada y que, por supuesto, no va a servir de nada.
Muy lamentable todo, a ver si al menos sirve para que muchos y muchas vayan abriendo los ojos.