Es el cúmulo de casualidades lo que hacer ver clara la implicación de Óscar. Quizá, con un análisis tan profundo de los datos y de lo sistémico, nos hemos olvidado de que los juicios no son más que una puesta en escena. Con la interpretación de la ley se puede jugar. Y esto lo vemos en casos como el de la CAM, Asunta o la Guardia Urbana. Todos ellos mediáticos, con directores de orquesta diferentes pero en el mismo papel: ganar. Unas veces es el fiscal...otras el juez instructor o también la defensa y sus peritos quien gana. Como si el papel de éstos fuera más importante que el sistema en si, que la ley en si.
A lo que voy es a que quizá, lo que hay que hacer es simplificar el relato para que sea una mera explicación lógica de los hechos. ¿Es lógico, datos en mano, que mientras Esther -en su estado- iba andando a la cuneta sin hacer uso del móvil que portaba, para ser atropellada, Óscar andara ajeno, ocioso e insomne con las casualidades que se producen desde las 3:22? ¿Está la clave en desmenuzar el relato de Óscar como hemos hecho con el de la UCO? ¿Podría Óscar demostrar que es inocente? ¿La acusación debe contraponer el relato de Óscar culpable con el de Óscar inocente para propiciar que el jurado compare la verosimilutud de ambos?
No se puede obviar que quizá la UCO le haya puesto fácil que Óscar pueda valerse de cualquier sometimiento a la estricta y garantista legalidad para librarse, que quizá también nosotros, los foreros, nos hayamos puesto demasiado técnicos y luego la realidad judicial -por triste que parezca- es otra: Se compra el mejor relato, por supuesto apoyado en periciales. Si el Caso de Esther López contara con una fiscal y acusación absolutamente empapados de datos, detalles, conocimiento minucioso del caso, de sus lagunas, de sus verdades... podría haber justicia. Para esto habría que asumir antes algunas verdades.