Ínfima muestra de ADN en el maletero de la que ni si quiera se ha podido determinar la procedencia (por cierto, en el maletero habia restos de ADN de otras mujeres) y sin ningún resto de la moqueta del propio maletero en la ropa de ella. Por cierto, la propia cazadora de Oscar tenia restos de saliva de Esther (fijate, compatible con un simple estornudo) y digo yo que si tiene conciencia forense como es que no llevó la prenda a la tintorería teniéndolo todo tan cabilado.
En fin, la respuesta a lo del sesgo, es evidente el sesgo de confirmación sobre la culpabilidad de Óscar en ese hallazgo de ADN en el maletero de un coche en el que la víctima viajó y con cuyo propietario compartió unas horas con ella aquella madrugada.