Y tanto...
Como que si esa noche el imputado hubiese tenido empatía, no estaríamos aquí porque ella estaría viva.
A ver Fantoche, la falta de empatía y el hijoputismo en este caso, el código penal lo traduce en DOLO.
Y más de una década a la sombra no es moco de pavo.

A ver mascachapas.
Dolo es intencionalidad. Conciencia y voluntariedad en el resultado si por nuestra acción u omisión se produce.
Falta de empatía es que, aunque no conozcas el código penal y sepas que estás obligado a prestar socorro cuando una persona se encuentra en grave peligro y que su vida depende de ti en ese instante, no llames al 112 porque acabas de atropellar a una persona.
Hijoputismo además es que te la lleves para que no la vea nadie mientras eres consciente de que se está muriendo. O está toda la noche a su lado viendo cómo se muere, que todavía es más macabro si cabe.
Ni miedo ni enajenación ni pollas. Completamente imputable. Esto dicen los forenses:
La instructora ha recibido otro informe de imputabilidad sobre Óscar S. M., a petición de la Fiscalía, en el que se establece que el día de los hechos era plenamente consciente de sus actos, a pesar del alcohol ingerido aquella madrugada por el investigado.
Y luego va su defensa letrada delante de todos los medios audiovisuales y dice que:
NO HAY INDICIOS RACIONALES DE IMPUTABILIDAD CONTRA O.S.M.
Dejad de hacer el ridículo.
Dolo= intención. Era consciente de lo que hacía y del resultado.
Hijoputismo y falta de empatía es dejar morir a una persona porque estás acostumbrado a salir indemne de tus fechorías y esta no iba a ser menos.