Cuando la lesión se produce en vida, los bordes se engrosan. En esa foto no puedo apreciar ese detalle. Pero hay otro detalle más importante aún. En vida, la sangre se coagula y cuando la persona muere, se seca y se queda adherida. Seguro que habéis visto en alguna peli como los forenses aplican un chorrito fino sin presión de agua. Si la lesión es en vida, la sangre no se desprende, se queda pegada. Si no hay reacción vital, la sangre no se coagula y al aplicarle el chorrito, las cavidad de la lesión queda limpia como se aprecia en la foto.