Quienes deberían haber valorado esos detalles, antes de asegurar que el cuerpo fue trasladado a la cuneta después de su fallecimiento, son los investigadores.
De hecho, conociendo la autopsia, deberían al menos haber consultado si, teniendo en cuenta el shock hipovolemico sufrido por la hemorragia en la extremidad inferior derecha, la ausencia de livideces en las piernas tiene relación con ello y si en caso de haber estado en otra posición antes de, supuestamente, haber sido depositada en la cuneta 15 horas después del fallecimiento, las livideces habrían sido las que fueron y que concuerdan con la posición en la que fue hallado el cuerpo (ligeramente descendiente siendo las partes más declives cabeza y tórax).