"Con los adictos pasa eso, no tienen límite y si alguien te llama y te habla de coca, pues como buena adicta, por mucho colocón que lleves, vas al lugar donde se "supone" que hay tema"
Según declaraciones del imputado en sede, no vio a Esther consumir cocaína esa noche.
Por contra, el imputado dice tomar 13 cervezas, 3 rayas y gastar 400 ñapos a las tragaperras.
Está claro que tenemos conceptos diferentes de quién es el adicto y quién no.
"pues el apearse del coche igual, como una persona adulta que era, decidió bajarse porque Oscar se negó a llevarla a Valladolid, como buen adulto que es para tomar sus decisiones. En mi opinión, nadie le hizo nada y en mi opinión Oscar estaba en el lugar equivocado en el momento menos oportuno y se ha visto envuelto en un marronazo sin comerlo ni beberlo...."
En el lugar equivocado estaba Esther.
Nunca debió ir al romeral y entrar (el perito de parte así lo dice).
Y nunca debió estar en un maletero y sí en una ambulancia, para que nada de esto hubiese ocurrido.
Se os ve el plumero, pájaros.