Refugiados ucranianos, en el centro de recepción de Hesse (Alemania), el 18 de septiembre de 2024
En el inicio de un juicio celebrado en Mannheim, Alemania, una pareja alemana confesó haber asesinado a dos refugiadas ucranianas: una mujer de 27 años y su madre de 51, en un crimen cometido en marzo de 2024. El objetivo del asesinato era apoderarse del bebé recién nacido de una de las víctimas. Este caso, que ha generado gran conmoción, revela un plan cuidadosamente premeditado.
La pareja, compuesta por un hombre de 43 años y una mujer de 44, había ofrecido su ayuda como voluntarios en un centro de acogida para refugiados ucranianos, aprovechándose de esta posición para acercarse a la madre embarazada. Contactaron con ella a través de un grupo de apoyo en Telegram en enero de 2024. Tras el nacimiento de la bebé, la pareja invitó a las dos mujeres y a la recién nacida a un restaurante, donde les administraron sedantes. Posteriormente, llevaron a cabo los asesinatos en lugares distintos: la abuela fue golpeada en la cabeza y su cuerpo arrojado a un lago, mientras que la madre fue asesinada de la misma forma y su cuerpo calcinado.
El cuerpo quemado de la madre fue hallado el 7 de marzo de 2024 cerca de la presa de Hockenheim, lo que desató una investigación que, en menos de dos semanas, llevó al descubrimiento del cuerpo de la abuela en un lago y a la detención de la pareja. La bebé, de cinco semanas de edad en el momento del arresto, fue encontrada en buen estado de salud y trasladada inicialmente a los servicios sociales. Meses después, la hermana de la madre asumía la tutela de la menor.
La Fiscalía reveló que los acusados tenían cuatro hijos, uno de ellos en común, pero deseaban con fervor tener una hija juntos. Tras sufrir varios abortos y fracasar en tratamientos de fertilidad, planearon secuestrar a una recién nacida para hacerla pasar por su propia hija. Durante el juicio, el hombre declaró: “Queríamos de veras tener una hija juntos, era el deseo más ferviente de mi mujer”. En un comunicado leído por sus abogados, expresó: “Lamento todo lo que hice”. La mujer también admitió el “enorme error” cometido.
Este caso, enmarcado en el contexto de la invasión rusa a Ucrania que ha desplazado a más de 10 millones de personas desde 2022, pone de manifiesto la vulnerabilidad de los refugiados. Alemania, que ha acogido a más de un millón de ucranianos, enfrenta el reto de garantizar la seguridad de estas personas frente a quienes buscan aprovecharse de su situación. Con las confesiones de ambos acusados, se esperan condenas severas en el juicio que se lleva a cabo en Mannheim.
Una pareja alemana confiesa el asesinato de dos refugiadas ucranias para quedarse con el bebé de una de ellas
Los dos acusados se habían prestado voluntarios para ayudar en tareas de traducción a los recién llegados
