Un historial de Google para reconstruir los pasos de un asesinato: “Cuánto hay que esperar para denunciar una desaparición”

LECrim

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La investigación del crimen de Pilar, la presidenta de una comunidad de vecinos de Carabanchel, recrea cómo se documentó su presunta autora en internet para limpiar la casa donde la mató o cómo incinerarla​

Suceso Carabanchel
En primer plano, la puerta de la casa de Pilar; al fondo, la de Marta, su presunta asesina, en marzo de 2023.EL PAÍS
Patricia Peiró

PATRICIA PEIRÓ
Madrid - 25 MAR 2024 - 05:00CET
Las búsquedas en internet dicen mucho de los usuarios. Las del móvil de Marta C. reflejan las dudas que explotan en la cabeza de alguien que tiene un motivo para matar, que lo lleva a cabo y que después tiene que deshacerse de las pruebas y del cuerpo. Esta mujer está en prisión desde marzo de 2023 acusada de acabar con la vida de Pilar M., la presidenta de su comunidad de vecinos, en un bloque de pisos de Carabanchel, en Madrid. La policía señala que estos registros confirman que esta mujer planeó el asesinato cuando se vio en un “callejón sin salida”.

La primera búsqueda que llamó la atención a los investigadores se refiere al que ellos consideran que es el origen del crimen. Es el 16 de febrero de 2023, Marta tiene problemas para pagar los recibos de la casa en la que vive alquilada y, ante las preguntas de Pilar, ella decide falsificar el documento de las transferencias con su entidad bancaria. En esas fechas busca en Google datos sobre qué condena le puede caer por este hecho y lee una noticia de La Voz de Galicia sobre una sentencia de cárcel por falsificar los recibos del alquiler. Pilar acababa de acceder por turno unos meses antes a la presidencia de la comunidad y se había puesto manos a la obra para sanear las cuentas de la finca y acabar con los impagos de los residentes. Las irregularidades habían dejado la comunidad sin calefacción ese invierno. Varios vecinos recuerdan que la constancia y la meticulosidad de la mujer le hizo tomarse muy en serio su nueva responsabilidad.
Marta, que en el momento de los hechos vivía sola, le dio largas durante un tiempo y le aseguraba que había ingresado el dinero, pero cuando Pilar iba a Ibercaja a comprobarlo, no constaban los pagos. De este modo, el 27 de febrero de 2023 ambas mujeres quedaron en verse a primera hora de la mañana y acudir juntas a la entidad bancaria situada a unos pasos del portal para aclarar la situación, según las pesquisas policiales. La investigación apunta a que Pilar entró en la casa de Marta, en la misma planta del edificio, pero nunca salió con vida. Las pruebas indican que la víctima fue asesinada en la vivienda. Las cámaras de videovigilancia muestran a la presunta autora del asesinato yendo al Lidl a comprar productos de limpieza para borrar los rastros del crimen. A las 11.23, Marta busca en Google: “Cómo hacer una lámpara de luz negra ultravioleta con el móvil”. Este registro demuestra lo que se llama una conciencia forense, que capacidad que tiene un agresor para evitar ser relacionado con una escena del crimen a través de la eliminación de pruebas. Seguramente, Marta conocía el uso por parte de la policía científica del Luminol, un reactivo químico que permite descubrir manchas de fluidos aunque se hayan tratado de borrar.
Una policía, en marzo de 2023, en el lugar donde fue quemado el cuerpo de la víctima en Las Ventas con Peña Aguilera, en Toledo.
Una policía, en marzo de 2023, en el lugar donde fue quemado el cuerpo de la víctima en Las Ventas con Peña Aguilera, en Toledo.CLAUDIO ÁLVAREZ
En las horas siguientes, las cámaras registran a Marta saliendo de la vivienda, montándose en su coche y marchándose al pueblo del que es originaria, Las Ventas con Peña Aguilera, en Toledo. Allí pasa las siguientes horas tratando de deshacerse del cuerpo, para lo que va a una gasolinera varias veces con el objetivo de quemarlo. Lo hace en un corralillo, como llaman en el municipio, a las pequeñas fincas con una zona ajardinada. Entre las 19.12 y las 19.30 continúa con la recopilación de información. Primero navega durante un tiempo en la página web de la policía científica y después consulta si los agentes pueden “acudir a la base de datos del DNI para identificar huellas”. A continuación, se documenta sobre el sistema de videovigilancia de los bancos y en concreto de Ibercaja, para saber si las cámaras de la entidad cercana a su domicilio en la que presuntamente falsificó los recibos han podido registrar su imagen.

Esa misma tarde, a las 19.44, la presunta asesina busca en Google: “Cuánto tiempo hay que esperar realmente para denunciar una desaparición”. Pilar era una mujer muy cercana a su familia y amigos con los que hablaba a diario. No tardarían en darse cuenta de su falta. Ese mismo día acudieron a la policía a alertar de la desaparición de su familiar. Marta quería saber de cuánto tiempo disponía antes de que la policía comenzara a ir tras sus pasos. En una actividad que se adivina frenética, seis minutos más tarde de esta búsqueda, consulta cómo eliminar su historial de búsquedas del móvil.
Al día siguiente, muy temprano, Marta lee un reportaje sobre el triple crimen de Burgos, en el que una familia fue asesinada en medio de la noche en su casa en 2004. Antes de las siete de la mañana, lee otra información sobre los 5.411 casos de desapariciones sin resolver que hay en España, tal vez confiando en que Pilar pase a engrosar esa lista. Según la investigación, esa mañana es cuando empieza con el proceso de incineración de su víctima. Mientras eso sucede, ella continúa tecleando y leyendo su móvil. Alrededor de las nueve de la mañana, Marta escribe en el buscador: “Los efectos del fuego sobre el ADN humano”.
Toda esta recogida de documentación no le sirvió de mucho, puesto que al día siguiente la policía la detuvo en Madrid y rescató los restos de Pilar de un punto limpio en el pueblo toledano. La investigación apunta que estas búsquedas son una prueba más de que la detenida “tramó la muerte” de su víctima al saber que iba a descubrir su engaño al banco.

 
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