Joaquín Ferrándiz, que salió de prisión tras cumplir 25 años, mató a cinco mujeres entre 1995 y 1996. Desde que es un hombre libre, nada se sabe sobre su actual paradero.
Eran poco más de las 9.00 de la mañana cuando Joaquín Ferrándiz Ventura (JFV) salía de la cárcel de Herrera la Mancha (Ciudad Real) hace ahora un año. Mediterráneo fue uno de los pocos medios de comunicación que aguardaba la puesta en libertad del mayor asesino en serie de la historia de la Comunitat Valenciana --mató a cinco mujeres entre 1995 y 1996--. El 22 de julio del pasado año, JFV se convertía, de nuevo, en un hombre libre tras cumplir una condena efectiva de 25 años (aunque fue sentenciado a un total de 69).
La expectación por ver en directo su estado físico, a punto de cumplir los 60 años (fue detenido por sus crímenes a los 35) fue máxima a las puertas del centro penitenciario. JFV abandonó la prisión tranquilo, recorriendo el interior del recinto penitenciario hasta la puerta junto a un funcionario de prisiones. Ataviado con una bolsa de deporte con sus bártulos, incluyendo los que le fueron requisados a su entrada en la cárcel un cuarto de siglo atrás. El asesino en serie vestía una camisa a rayas de manga corta y un pantalón vaquero. Ferrándiz cubrió su rostro todo lo que pudo y se puso no solo gafas de sol --que se asemejaban a las que utilizó cuando fue juzgado en la Audiencia Provincial de Castellón en el año 2000--, sino también una mascarilla y una gorra.
¿Cómo fue su salida de la cárcel?
A la salida del penal le esperaba un taxi, un Peugeot gris, cuyo conductor desconocía en principio la identidad del viajero y llegó apenas unos minutos antes de que Ferrándiz se dejara ver. De camino al vehículo, JFV pronunció algunas palabras, ante las insistentes preguntas de la prensa. Escuetamente, dijo sentirse arrepentido y ofreció disculpas a los familiares de las víctimas. Lo hizo, como contó entonces este diario, de una forma fría y solo a raíz de la insistencia de los periodistas presentes.La pregunta más repetida fue: «¿A dónde irá usted ahora?». «No volveré a Castellón por respeto a las víctimas», concretó el ya exreo, señalando que se marcha fuera de España: «Me voy al extranjero para no molestar a nadie y rehacer mi vida», aportó, sin dar más detalles.
Y es que la puesta el libertad del mayor asesino en serie de Castellón había disparado los nervios entre los ciudadanos desde finales del 2022, cuando JFV empezó a disfrutar de sus primeros permisos penitenciarios --pasó muchos años sin siquiera solicitarlos--.
Como también informara este diario, sus salidas de varios días y su estancia en el municipio de Valdepeñas (Ciudad Real), bajo la protección de la Fundación Prolibertas y del párroco de la cárcel, crearon una gran alarma social. La intranquilidad de los habitantes llegó a tal punto que iniciaron una campaña de recogida de firmas para que JFV no permaneciera en el municipio durante sus permisos. La citada fundación hizo público un comunicado en el que negaba que hubiera previstas nuevas estancias de Ferrándiz y tildaba de «muy puntual» su estancia en unas dependencias cedidas por el ayuntamiento.
«Los permisos son un instrumento recogido en el tratamiento de los centros penitenciarios y son refrendados por el juez de vigilancia penitenciaria. En nuestro caso, colaboramos con las prisiones para poder llevar a término permisos de personas que no cuentan con una red de apoyo familiar o social favorable y en las condiciones que se marcan desde vigilancia penitenciaria», quiso puntualizar la Fundación Prolibertas.
Lo cierto es que 365 después de abandonar la cárcel de Herrera la Mancha nada se sabe de Ferrándiz. Cuando fue condenado, en el año 2.000, no existía la medida de libertad vigilada, por lo que desde el momento en que pisó la calle es, a todos los efectos, un ciudadano que ha cumplido su deuda --penal, al menos-- y no tiene que acudir a firmar periódicamente al juzgado, llevar una pulsera telemática ni realizar ningún programa de reeducación. ¿Habrá cumplido su promesa de irse a vivir fuera de España?, ¿Residirá desde el anonimato fuera de nuestras fronteras?, ¿Habrá conseguido trabajo y, de ser así, cómo se ganará la vida?, ¿Tendrá novia?...Toda una serie de interrogantes a los que no hay respuesta en la actualidad tras perdérsele la pista cuando cogió aquel taxi de color gris a la salida de la cárcel manchega.
Un año de la salida de prisión del asesino en serie de Castellón
Joaquín Ferrándiz, que salió de prisión tras cumplir 25 años, mató a cinco mujeres entre 1995 y 1996. Desde que es un hombre libre, nada se sabe sobre su actual paradero.
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