La batalla legal en torno al asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia ha dado un nuevo giro. La familia de la víctima, quien fue hallada muerta y descuartizada en la isla de Phangan el pasado 2 de agosto de 2023, ha decidido impugnar la sentencia inicial contra Daniel Sancho, solicitando que se eleve la condena de cadena perpetua a la pena de muerte. Asimismo, la familia Arrieta ha pedido que la indemnización, inicialmente fijada en poco más de 100.000 euros, se incremente hasta alcanzar cerca de 300.000 euros (unos 11 millones de bahts), argumentando las necesidades económicas presentes y futuras de los padres del cirujano.
Un recurso a la máxima severidad
El juez tailandés condenó en primera instancia a Sancho a cadena perpetua por considerar que hubo premeditación en el asesinato. Pese a que la pena de muerte está contemplada en el código penal tailandés para el homicidio con agravantes, el tribunal atenuó la sentencia en atención a la colaboración inicial del acusado con las autoridades. Ahora, la familia Arrieta, siguiendo el consejo de sus abogados tailandeses, ha presentado un recurso de apelación que insiste en la máxima severidad del castigo.
Aunque el abogado de la familia en España, Juan Gonzalo Ospina, ha señalado públicamente que los Arrieta no desean en sí la pena capital, el documento presentado al tribunal solicita de manera explícita la revisión al alza del fallo. El argumento se basa en la contundencia de las pruebas, la gravedad extrema del crimen y la supuesta falta de arrepentimiento de Sancho, quien, según el recurso, no ha mostrado ni gestos de reparación ni disculpa hacia los familiares de la víctima.
Aumento de la indemnización y dificultades económicas
Además de la pena, la familia Arrieta ha solicitado que se revise la indemnización establecida. El monto inicial, que rondaba los 4,42 millones de bahts (unos 119.000 euros), es considerado insuficiente por la acusación. El recurso argumenta que los gastos y cuidados que requieren los padres del fallecido, ambos dependientes de Edwin en vida, se prolongarán por al menos una década y se elevan a unos 11 millones de bahts (alrededor de 300.000 euros).
La situación económica de la familia Arrieta se ha visto seriamente afectada tras la muerte del cirujano colombiano, y el retraso en el pago de cualquier compensación—suspendida mientras se resuelven las apelaciones—ha dificultado aún más su situación.
La respuesta de la familia Sancho
La defensa de Daniel Sancho, que prepara su propio recurso con el objetivo de rebajar la pena y la indemnización, no se ha pronunciado en detalle sobre esta última petición. Sin embargo, miembros del equipo legal de Sancho han cuestionado públicamente la petición de la pena de muerte, recordando la tradición abolicionista de España en materia de pena capital. Señalan que resulta paradójico que se solicite aplicar la pena máxima contra un ciudadano español en el extranjero, cuando España la abolió hace décadas.
Rodolfo Sancho, padre del condenado y reconocido actor, y su familia han mantenido un perfil bajo en las últimas semanas. El nombre de Daniel Sancho ha vuelto a ocupar titulares a raíz de este nuevo recurso, pero ni el padre del acusado ni otros miembros cercanos han brindado declaraciones. Félix Sancho, hermano de Rodolfo, ha optado por el silencio ante las preguntas de la prensa.
Perspectivas del caso
Ahora, el Tribunal de Apelaciones tailandés deberá pronunciarse sobre las pretensiones de la familia Arrieta y las de la defensa de Sancho. Mientras tanto, el caso sigue siendo fuente de debate mediático y legal. Por un lado, se discute la influencia que los medios de comunicación han tenido en la opinión pública y en la presión sobre los involucrados; por otro, se analizan las particularidades del sistema judicial tailandés frente a la perspectiva europea y la repercusión internacional del crimen.
La familia de Edwin Arrieta busca justicia plena para su ser querido, mientras que los Sancho lidian con la posibilidad de una pena más severa que la inicialmente dictada, además de las implicaciones económicas y morales que todo ello conlleva. Queda por verse si el Tribunal de Apelaciones tailandés aceptará el endurecimiento de la condena, la revisión de la indemnización o si, por el contrario, mantendrá el fallo tal cual o incluso atenderá las demandas de la defensa del acusado. La resolución de este recurso podría marcar un precedente en la percepción de la justicia en casos internacionales de alto perfil.
