CrimeTrueCrime | El Foro del Crimen
Un espacio participativo y especializado en True Crime. Aquí encontrarás información actualizada y noticias sobre casos de crímenes reales y compartir tu opinión y análisis. Te invitamos a registrarte para convertirte en un miembro de la comunidad de CrimeTrueCrime, el Foro del Crimen.

Dana Leonte, desaparecida en Arenas (Málaga). Aparecen restos óseos. Su pareja, Sergio Ruiz, principal sospechoso.

  • Iniciador del tema Iniciador del tema LECrim
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
Dana Leonte, de origen rumano, llegó a España en 2005. Se instaló en Velez-Málaga. Llegó poco después de que un amigo se asentara en la localidad. Buscaba un lugar donde prosperar lejos de los duros inviernos y la falta de posibilidades de Vulcan (Rumanía), su pueblo natal de 30.000 habitantes.

En 2017 llegó a Arenas, un pueblo de la comarca malagueña de la Axarquía donde vivía con Sergio Ruiz, un vecino del pueblo de 37 años, con antecedentes por violencia de género. Había sido denunciado por otras parejas y por la propia Dana meses antes de la desaparición, llegando a pedir una orden de alejamiento. Dana y Sergio fueron padres de una niña a finales de 2018 y residían en una casa propiedad de los padres de él. La relación era tormentosa, llena de altibajos. Tampoco era buena la relación de ambos con la familia de él, quienes decían tener miedo a Sergio por sus reacciones violentas.

Dana regentaba desde principios de 2019 un pequeño bar en Arenas. Ya había sido gerente de otros dos y conocía bien el negocio. Para hacerse con este, había pedido prestados trece mil euros a su amigo Paco.

El día de la desaparición

El 12 de junio de 2019 Dana estaba comiendo con su novio en la cafetería que regentaba. Al acabar de comer, Sergio se despide de Dana y de Ingrid , la camarera, y se va a trabajar. Dana va a comprar algunas cosas para el bar.
Sobre las cuatro y media de la tarde Dana llega a su casa en Arenas y observa que la puerta de la cochera está forzada. Inmediatamente llama al 112 y nada más colgar, a Sergio para contárselo. Ambos sospechan de la familia de Sergio y así se lo dice Dana a la Guardia Civil. Sergio llega con el traje del trabajo y unas botas, que desde ese día nadie volvería a ver. Dana, previendo estar ocupada varias horas con la declaración se pone en contacto con la niñera y le informa que irá a recoger a la niña más tarde de lo habitual, sobre las ocho. La Guardia Civil abandona la casa sobre las siete y cuarto de la tarde. En ese momento Ingrid llama a Dana para preguntar por el número del proveedor de hielo y esta, tras facilitarle el número requerido le dice que tiene "un problemilla". Sergio posteriormente declarará que sobre esa hora, y sin cambiarse de ropa va hasta Velez-Málaga a buscar la furgoneta de su cuñado, algo que le geolocalización de su móvil posteriormente desmentiría, constatando que en ningún momento abandona la localidad de Arenas.
Dónde estuvo Sergio entre las siete y las ocho de la tarde será el centro de la investigación porque sobre las ocho sí sería visto en el bar Alhambra, pidiendo un café para llevar. Normalmente pedía dos, otro para Dana.
Sobre las nueve de la noche la niñera recibe un WhatsApp desde el teléfono de Dana, donde le dice que irá Sergio a recoger a la niña. Sorprende la caligrafía por las abreviaturas y las faltas de ortografía, algo que Dana nunca hace.
Sergio también mostrará un mensaje que supuestamente le escribe Dana sobre la misma hora donde le dice sentirse angustiada. Un mensaje también con muchas faltas de ortografía.
Sergio iría a recoger a la niña sobre las once. Se presentó bien vestido, duchado y con el pelo engominado, algo que llamó la atención de los investigadores pues supuestamente no había pasado por casa.
En los días posteriores, Sergio declaró que llevaba días sin ver a Dana pero que sabía que había pasado por casa para coger cosas, o que se había ido con otro y diferentes versiones para tratar claramente de desviar la atención de los investigadores.

Aparecen restos óseos de Dana

El 24 de Septiembre de 2019 un perro adiestrado localiza un fémur humano en un campo del municipio de Arenas. que remitido al Instituto de Medicina Legal de Málaga, determinaba pertenecer a la desaparecida.

Arresto, ingreso en prisión y posterior puesta en libertad

El hallazgo de estos restos óseos precipita el arresto de Sergio Ruiz, procediéndose el día 28 mediante acto judicial su ingreso en prisión como presunto autor de este crimen, fijándose una fianza de 25.000 euros que posteriormente seria rebajada a petición de su abogado en base a la falta de recursos económicos de Sergio y su familia. La fianza se rebajó hasta en dos ocasiones hasta quedar en 8000 euros.

Sergio Ruiz sale de prisión meses más tarde tras pagar la fianza al no permitir los indicios una aceptable seguridad sobre la autoría de la muerte.

Situación actual

En Octubre de 2022, la jueza del caso acordaba seguir la causa contra Sergio Ruiz, al considerar que no procede el sobreseimiento que pedía la defensa, y acuerda continuar el procedimiento por entender que sí «existen indicios de la posible comisión de los delitos respecto de los que se ha concretado la imputación», ya sea homicidio o asesinato, lo que se determinará con mayor precisión una vez terminen el resto de diligencias, «cuya práctica resulta imprescindible».

En este sentido, apunta que de las diligencias ya practicadas, tales como análisis biológicos, declaraciones testificales, estudio telefónico de repetidores, informe lingüístico, se extrae que «existen indicios que permiten determinar en este momento procesal que el investigado habría golpeado con un palo a la que era su pareja sentimental en el domicilio familiar».
Así, «habría procedido a causar la muerte de la misma, para a continuación ocultar sus restos, hallándose distintos restos óseos en distintas zonas», dice la resolución.

Al mismo tiempo, acuerda que se practique una serie de diligencias solicitadas por las partes, como la elaboración por parte de la Guardia Civil de un informe final teniendo en cuenta todas las pruebas periciales y los datos obtenidos. Asimismo, se acuerda que se ratifique por un segundo perito varios de los estudios realizados sobre los restos óseos hallados y sobre la pericial lingüística de unos mensajes de móvil; así como un informe ratificado por dos peritos respecto al palo de madera y pelo hallado para un nuevo estudio.
También se acuerda instar a la Real Academia de Química para que informe si los restos relativos a sangre humana que se encuentran en superficie porosa pueden ser eliminados con lejía, diligencia solicitada por la defensa del investigado.
 
Última edición:
El análisis de los mensajes de WhatsApp que supuestamente recibe Sergio de Dana, demuestran ,según un informe firmado por la lingüista forense Sheila Queralt, con una probabilidad del 95% que fueron escritos por él mismo:

Screenshot_11.jpgScreenshot_12.jpgScreenshot_13.jpg


 
Geolocalización

Sergio sostiene en su declaración, que sobre las siete de la tarde y después de hablar con la Guardia Civil, se dirige a Velez-Málaga para ver si la furgoneta de su cuñado tiene restos de paja que lo incrimine en el robo. Dana se quedó en Arenas e iría más tarde
Si bien la triangulación de los terminales describe un desplazamiento de ambos teléfonos desde Arenas a Vélez-Málaga por la carretera MA-4111, a partir de las 19.17, unos minutos más tarde (entre las 19.25 y las 19.30) se aprecia un cambio de sentido a unos tres kilómetros de Vélez, lo que indicaría que Sergio nunca llegó a estar en el mencionado polígono. Minutos después, los dos teléfonos regresan a Arenas, lugar de residencia de la pareja, al que llegan sobre las 19.35.

El informe subraya que los teléfonos de Sergio y Dana realizan en esa franja un desplazamiento "juntos o muy próximos entre sí", pero a partir de ese momento, el móvil de Sergio queda fuera de línea (apagado o sin cobertura), y el de Dana lo hace unos minutos más tarde. Hasta las 20.23 no hay señal de ambos móviles, si bien a esa hora, el investigado llama al teléfono de Dana, para quedar un minuto después sin actividad, ya hasta las 22.40, ubicado de nuevo en Vélez-Málaga. Los investigadores subrayan que los dos terminales presentan "periodos de tiempo muy similares sin registros de actividad".

Además, el informe arroja otro dato que llama la atención de los expertos: el día de la desaparición y los siguientes, Sergio estuvo 13 veces a menos de 700 metros del lugar donde el 21 de septiembre se hallaría el fémur. Se trata de un lugar a poco más de 20 minutos del domicilio familiar. La misma noche de los hechos (ya 13 de junio) el móvil dejó rastros de señal durante algo más de una hora, a 620 metros de dicho paraje. El 16, la triangulación de las coberturas sitúa el teléfono de Sergio en dos ocasiones a 700 metros. Y el 27 se le detectó otras cuatro veces. Ese día, la señal lo ubica hasta cuatro veces en el paraje: una de ellas, a 700 metros; otra, a 300 metros; y otras dos, a 150 metros del lugar donde se halló el fémur.

 
Puntos débiles de la investigación

Sin embargo, el paso del tiempo y los análisis forenses han acabado con algunos de los indicios más relevantes. En el palo no se halló sangre de Dana, sólo restos biológicos. En la casa tampoco se pudo determinar si había sangre de Dana pese a que las manchas dieron positivo a las primeras pruebas, y la única sangre que se halló en una almohada era de Sergio. Según la Guardia Civil, no se ha podido determinar que los restos son sangre de la víctima porque el autor limpió con lejía y otros productos el escenario del crimen. El abogado de la defensa, asegura que los expertos mantienen que es imposible destruir los restos de sangre hasta el punto de no poder reconocerlos y ha pedido un informe pericial que apoye sus argumentos.

No se ha hallado el cráneo de la víctima, por lo que es difícil determinar si su fallecimiento es de etiología homicida o accidental. Y para colmo, la Guardia Civil geolocalizó el teléfono de Dana en Manilva y Marbella un día después de que presuntamente fuera asesinada. Los guardias lo atribuyen a un error de geolocalización, pero Juan José Moreno, letrado de la defensa, ha pedido que se realice un informe más en profundidad de esos datos con la intención de poner en tela de juicio los posicionamientos del día del crimen. «O valen todos, o no vale ninguno…», insistió el abogado que recuerda que la Justicia debe basarse en certezas para ser justa y no en errores o elucubraciones.

 
Flipando. El tonto el pueblo haciéndose pasar por ella en modo paleto, con el móvil encima en sus supuestos desplazamientos y está en libertad.

Se van entendiendo mejor otros casos.
 
"Hola, nesesito ablar contigo, el que me prestó el coche me tiene amenazada, día tras día, me prestó un poco de dinero y aora lo kiere ya, porque la mujer SA encelaodo (sic.)", escribió Sergio desde el móvil de Dana Leonte, a las 20;38 horas del pasado 12 de junio, cuando la mujer ya había sido asesinada. Los agentes no fueron conscientes de que el mensaje no lo había escrito ella hasta que al avanzar en la investigación se dieron cuenta de que no era la forma en la que la víctima se comunicaba: ni cometía faltas de ortografía ni abreviaba las palabras, lo que, sin embargo, sí hacía el hombre.
 
La mujer SA encelaodo?
Pero esto qué es? y este sigue en libertad después de más de cuatro años?
Y la jueza pidiendo un informe final, como en el caso de Esther.
Definitivamente, algo no funciona en el sistema para que el tonto el pueblo siga en libertad después de cuatro años cuando absolutamente todo apunta hacia él. Pero claro, por lo que he visto en este caso también hay posicionamientos imposibles, no hay sangre...
 

Muerte de Dana Leonte: la familia pide que su pareja cumpla 20 años por asesinato​

La acusación particular, ejercida por el hermano de la joven, sostiene que Sergio Ruiz la mató tras golpearla con un palo, la envolvió en un edredón y se deshizo del cadáver en Arenas​


El crimen de Dana Leonte, la joven de 30 años que desapareció en 2019 en la localidad malagueña de Arenas, encara ya la celebración del juicio. Tras las últimas pruebas solicitadas por las partes, la jueza da por finalizada la instrucción del caso y la familia de la víctima ha formulado escrito de acusación contra el principal y por ahora único sospechoso de su muerte, Sergio Ruiz, con quien mantenía una relación sentimental. De hecho, acababan de ser padres.


El hermano de la fallecida, Florin Leonte, ha presentado ante la jueza un escrito en que resume -por medio de su abogada, Antonia Barba- los argumentos que les llevan a concluir que Sergio Ruiz presuntamente acabó con la vida de Dana tras golpearla con un palo, la envolvió en un edredón y se deshizo del cadáver en el campo. La familia considera que el acusado cometió un delito asesinato y pide para él una condena a 20 años de prisión.



Todo comenzó el 12 de junio de 2019. Aquella mañana, la hermana de Sergio y el padre de éste supuestamente contrataron un camión y a varios operarios para recuperar una serie de objetos de una cochera situada en los bajos de la vivienda que Sergio compartía con Dana. Según arranca el relato de la acusación particular, que se apoya en los testimonios de tres testigos, se marcharon del lugar a las 13 horas.
Dana terminó su jornada en el bar que acababa de abrir en Vélez-Málaga y regresó a casa sobre las seis de la tarde. Al llegar, observó que la cerradura del portón marrón de la cochera había sido manipulada, por lo que alertó del robo a Sergio, quien pidió permiso a sus jefes -trabajaba en un polvero en Vélez-, avisó a la niñera de que iba a recoger más tarde a la niña y se dirigió a su domicilio en Arenas.

Dos guardias civiles acudieron a la vivienda y atendieron la llamada por robo que realizó la pareja. Esos dos agentes serían las últimas personas que vieron a Dana con vida. La patrulla se percató del «estrés emocional» en el que se encontraba la joven, igual que la encargada de un bar del pueblo que la vio aquella tarde, y que manifestó a los investigadores que Dana parecía «a punto de explotar», según el escrito.
La acusación particular mantiene que, entre las 19.00 y las 22.40 horas de ese día, Sergio Ruiz habría golpeado «al menos en una ocasión» con un palo de madera en la cabeza Dana Leonte, quien quedó «inconsciente o malherida», la envió en un edredón y «la arrastró escaleras abajo» para meterla en su coche. Después, la trasladó «bien para ocultarla porque ya la había matado en el referido domicilio, bien para matarla y ocultarla».
Dana Leonte en una imagen de archivo con su novio, Sergio Ruiz.

El 21 de septiembre de 2019 se produjo un hallazgo clave en el caso. Un perro descubrió un fémur con restos blandos y una fractura en un paraje de Arenas conocido como Casa Córdoba. Los forenses y el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil determinaron que ese hueso pertenecía a Dana. Y algo más. El escrito acusatorio recuerda que presentaba una fractura ante-mortem producto de un golpe en la vivienda o en el traslado, lo que respaldaría la tesis de que fue víctima de una agresión.
Tras ese primer hallazgo, la Guardia Civil intensificó las batidas en la zona y se localizaron varios huesos más (la mayoría, descubiertos por el mismo perro). El último de ellos fue encontrado el 30 de noviembre de 2019. Desde entonces no ha habido más hallazgos, pese a que los agentes buscaron con ahínco el cráneo para probar el golpe en la cabeza que presuntamente le causó la muerte, según la investigación.


El escrito de la acusación particular se apoya en los mensajes que se enviaron desde el teléfono de Dana Leonte a partir de las 19.53 horas del día de autos. Sheila Queralt, perito judicial en lingüística forense, realizó un análisis exhaustivo de los mensajes enviados y descartó con una probabilidad alta que fuesen enviados por Dana, al tiempo que, con el mismo grado de certeza, concluyó que la persona que los escribió habría sido Sergio, puesto que Dana no cometía faltas de ortografía ni acortaba las palabras, entre otros rasgos caligráficos y ortográficos.
Para la familia de la joven rumana, otra prueba de que el móvil de la víctima estaba siendo utilizado por Sergio -y no por ella- es un mensaje que se envió desde el teléfono de la víctima a las 22.09 horas a la niñera y que decía literalmente: «Ya mismo va Sergio». El investigado recogió a la hija que tienen en común sobre las 22.35 horas. La acusación particular considera que sólo ellos dos podían saber que iba a buscar a la niña a esa hora, lo que a su juicio es otro indicio más de que, para entonces, él ya controlaba los dos terminales.
El escrito acusatorio también incide en que a las 19.53 horas los dos móviles se encuentran en la misma zona de cobertura -el repetidor de Arenas- correspondiente al domicilio familiar, lo que a juicio de la familia constituiría otra contradicción, ya que Sergio Ruiz había manifestado que se encontraba en Vélez-Málaga buscando la camioneta de su cuñado para recuperar las pertenencias supuestamente robadas.
«Los teléfonos móviles de ambos se encienden y se apagan prácticamente al mismo tiempo, con escasos minutos de diferencia entre ellos, y el móvil de Dana Leonte se desconecta a las 22:35 horas del día 12 de junio», justo a la hora en que Sergio Ruiz había acudido a Vélez-Málaga a recoger a su hija, que estaba con la cuidadora. El informe de geolocalización de la Guardia Civil concluye que el día de autos los terminales estuvieron «juntos o muy próximos entre sí» en un viaje de Arenas a Vélez-Málaga y vuelta a la localidad de Arenas.
La acusación particular esgrime contra Sergio Ruiz otra parte del informe de geolocalizaciones elaborado por la Guardia Civil. Según dicho estudio, el móvil del sospechoso estuvo en las inmediaciones del lugar donde fue hallado el resto óseo de Dana Leonte -a 700 metros o menos- hasta en 14 ocasiones entre las 20.23 horas del 12 de junio y la mañana del 28 de junio.
El escrito presentado por la familia, que se hace eco del informe final de la Guardia Civil, recuerda que en la inspección ocular de la vivienda familiar intervino un perro experto en localizar restos cadavéricos y detectó muestras biológicas de color rojizo en un palo de madera y también en otros lugares y prendas de ropa de la casa, como un edredón.
En el palo de madera, además, se encontró un pelo que, tras ser analizado, corresponde a Dana Leonte, por lo que la familia considera que sería el arma homicida. Sin embargo, las pruebas de laboratorio no confirmaron que se tratase de sangre. La familia considera que esto sucedió porque Sergio Ruiz limpió la vivienda con lejía.
El escrito de la acusación particular recuerda que hay «manchas rojizas en diversas partes del vehículo» de Sergio Ruiz y que se ha encontrado un pelo de Dana Leonte en el maletero del mismo. También insiste en un episodio desvelado por la hija mayor del investigado, quien declaró que vio cómo su padre se paraba en unos contenedores de basura y cogía unos zapatos de trabajo que había en unos matorrales.
La familia de la víctima explica en el documento que Sergio Ruiz se comportó «desde el primer momento» como si Dana Leonte «no fuera a volver», al sostener que se trataba de una desaparición voluntaria. Incluso llegó a manifestar que ella regresó al día siguiente al domicilio familiar en busca de enseres personales y dinero, «hecho totalmente falso», expresa el hermano.
La abogada de la familia subraya que, según la Guardia Civil, el investigado supuestamente tiene una personalidad «violenta y mendaz» con todas sus parejas, y que se ha negado a hacerse la prueba que solicitó el Ministerio Fiscal para que un forense determinase su perfil psicosocial como posible sujeto activo de violencia de género. También insiste la familia en la posición de «violencia» de Sergio Ruiz hacia Dana, a la que tenía grabada en su móvil como «zorra rumana», según reveló una pareja anterior del investigado.
Por todo lo anterior, el hermano de Dana Leonte, en representación de la familia, solicita que Sergio Ruiz sea condenado por un delito de asesinato en la modalidad de alevosía por desvalimiento, dado que el investigado no presentaba lesiones y «aprovechó el estado de ansiedad de Dana por el robo».
Sergio Ruiz (derecha), con su abogado, Juan José Moreno.
Sergio Ruiz (derecha), con su abogado, Juan José Moreno. Eugenio Cabezas

La abogada Antonia Barba considera que se trata de un supuesto de «alevosía doméstica» basada en la relación de confianza proveniente de la convivencia de la pareja. Además, entiende que son de aplicación las circunstancias agravantes de parentesco y de género.
Asimismo, la letrada pide que, en caso de ser condenado, cumpla una orden de alejamiento durante 30 años respecto a la hija que tienen en común, a la que deberá indemnizar con 200.000 euros. Para el hermano de Dana solicita 75.000 euros por daño moral.
Sergio Ruiz lleva en libertad provisional por esta causa desde junio de 2020, cuando su abogado, Juan José Moreno, consignó en la cuenta del juzgado la fianza de 8.000 euros impuesta por la jueza.
 
Última edición:
Atrás
Arriba