La abogada sabe lo que hay pero es su obligación ofrecer un relato contrario y defender los intereses de su cliente.Pero y perdón por la expresión… ¿Una como abogada puede “hacerse la tonta” con respecto al cliente? Porque ahí todos saben lo que sucedió… lo saben en casa y lo tienen que saber las abogadas.
Contra los datos objetivos que hay, pocas herramientas tiene para sacarlo del lío porque en todos los momentos clave su cliente aparece en escena.
Ha mentido descaradamente y está en su derecho, pero un jurado popular va a penalizar esas mentiras sin duda.
Como va de listo, pues es el panorama que tiene. Grave error no acogerse a su derecho a no declarar. Ya no hay arreglo.