- En el texto, los criminólogos exponen sus dudas ante la investigación y el cargo de asesinato premeditado.
Apenas a un mes de conocer la sentencia contra Daniel Sancho, procesado en Tailandia por el supuesto asesinato premeditado y el descuartizamiento del cadáver del doctor colombiano Edwin Arrieta, el equipo defensor del hijo de Rodolfo Sancho, en prisión provisional desde el mes de agosto del año pasado, sigue haciéndose numerosas preguntas sobre la investigación y los cargos.
Este viernes, Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás, abogados y criminólogos contratados por el padre del chef español, enviaban un informe final al juez de la corte penal de Koh Samui para rematar la defensa. Según declaraciones de Chippirrás a 20minutos, el documento "fue encargado por el propio juez" antes de que terminara el juicio el pasado dos de mayo que tendrá como vista definitiva la del próximo 29 de agosto.
"No quería que el proceso se fuera hasta el día 3, por lo que nos pidió expresamente que no declaráramos y que le planteáramos nuestra testifical en un pequeño informe", explica. Un resumen final que complementa los otros seis documentos con los que ya contaba el magistrado tailandés. Pero, ¿qué dicen los criminólogos en el mismo?
En el documento, al que ha tenido acceso este periódico, Balfagón y Chippirrás plantean una serie de preguntas, concretamente siete, a algunas de las pruebas recabadas por la Policía Tailandesa y su posible relación con lo que sería un asesinato con premeditación. "Es un informe complementario a los seis anteriores donde analizamos esta acusación que para nosotros no es tal, ya que hay muchas cosas que no son premeditadas", asevera el jurista y portavoz familiar.
"A cara descubierta"
El documento se centra, durante 31 páginas, en varios elementos que para ambos criminólogos no son concluyentes, como el alquiler del kayak con el que Sancho se adentró en el mar para tirar partes del cuerpo de Arrieta; la entrega de sus documentos de identidad al alquilar, por ejemplo, la moto; la aparición del ADN tanto de Sancho como de la víctima en solo dos objetos de todos los encontrados (una sábana y un guante); la sierra y las bolsas de basura adquiridas por el acusado, o la camiseta del fallecido, que según la Policía tenía cuchilladas (el torso nunca fue encontrado). Los dos expertos realizan así un análisis de las conclusiones a las que llegó la Policía y apuntan más allá: "No hay premeditación, hay improvisación".Para Balfagón y Chipirrás no tiene sentido que el joven dejara "su huella biológica en el hotel reservado por la víctima y todos sus datos personales" si había pensado cometer un crimen. Además, en el informe advierten de que Sancho aparece en numerosas cámaras de seguridad de la isla de Koh Phangan cuando pretendía, supuestamente, matar el doctor colombiano.
"Daniel compra todo a cara descubierta sabiendo que hay muchas cámaras. Va sin mascarilla, que por aquel entonces allí se seguían estilando, sin gorra, sin gafas de sol, con el pelo recogido en un moño... se le ve toda la cara", dilucida Chipirrás. "Va al hotel que había reservado la víctima y se registra con todos sus datos, deja su teléfono, la información de dónde va a estar si no es en el hotel y todas sus huellas por la habitación", agrega con escepticismo.
El cuchillo y la limpieza espiritual
En el texto, además, se habla del cuchillo hallado en la habitación del hotel Bougain, la villa donde se dieron los hechos y que fue alquilada por el chef. El utensilio fue recogido por la Policía el 16 de agosto y, según imágenes aportadas en el mencionado documento, lo manipuló un agente sin guantes. Los criminólogos, además, hacen hincapié en que la villa fue sometida a una limpieza espiritual seis días antes."El cuchillo recogido por la Policía el 16 de agosto nunca podría haber sido el que se muestra en las imágenes", sentencian. Algo que, al parecer, corroboró la gerente del alojamiento en su declaración durante el juicio, cuando comentó que "nunca se sacó un cuchillo de la villa del suceso, pero sí de otra". El texto, indica además, que en el mismo se halló el perfil genético de Sancho, Arrieta y de una tercera persona. "¿Cómo es posible que tenga el ADN de Daniel si no se sacó de su villa?", se preguntan.
La camiseta y los agujeros
Finalmente, Balfagón y Chipirrás hacen un análisis detallado de la camiseta de la víctima. En los primeros compases de la investigación, el jefe de la Policía, Big Joke (que posteriormente fue apartado por una trama corrupta), mostró la prensa con una supuesta cuchillada en una rueda de prensa.Según los expertos y miembros de la defensa, después, "en un informe solicitado por la Policía el 16 de agosto se señala que la camiseta negra presentaba hasta cinco agujeros". También hacen hincapié en que ninguno de los informes que han manejado para llevar el caso se nombraba el número de agujeros de la camiseta y apuntan a que los agentes que la encontraron tendrían que haber contado cuántos rotos tenía "para garantizar la cadena de custodia". En un análisis forense del 7 de septiembre, la camiseta fue analizada "y presentaba dos agujeros". "En otro informe del día 12 de septiembre se observa que tenía cinco", relatan.
Los dos expertos se hacen innumerables preguntas sobre los cambios en el número de los agujeros y culminan diciendo que "el objetivo del análisis de la camiseta fue determinar si las marcas que presentaba coincidían con la incisión de uno de los cuchillos implicados y resultó negativo. Es decir, ninguno de los cuchillos analizados coincidía". Estos agujeros eran determinante por la ausencia de tórax, que nunca se encontró.
Además, en el texto Balfagón y Chippirrás también hablan de la famosa sierra para cortar cocos adquirida por Sancho y vuelven a poner de manifiesto que era para hacer vídeos de cocina para Youtube o de las bolsas de basura que compró en el supermercado, que no fueron las únicas halladas con los restos del cadáver o de que adquirió el kayak cinco horas después del suceso. "En ningún momento el señor Daniel adoptó actitud preventiva alguna", reiteran.