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La hibristofilia es una parafilia en la cual la excitación sexual y la obtención del orgasmo se producen como respuesta a mantener una relación con una persona que ha cometido una fatalidad, engaño, mentira, infidelidades conocidas o crímenes como violaciones, asesinatos o robo a mano armada. El término deriva de la palabra griega, ὑβρίζειν hubrizein, que significa 'atentar contra alguien' (que a su vez deriva de ὕβρις hibris "hýbris"), y 'filo', lo cual significa 'tener una afinidad/preferencia por' (Wikipedia). En la cultura popular, este fenómeno es conocido como "síndrome de Bonnie y Clyde" (CNN Español).
Este fenómeno se ha hecho muy presente recientemente con el caso de Wade Wilson, apodado como "Deadpool" por su nombre coincidir con el del personaje ficticio de Marvel Comics. En agosto de 2024, Wade Wilson fue sentenciado a muerte por los brutales asesinatos de dos mujeres en Florida en 2019. A pesar de su condena y la brutalidad de sus crímenes, Wilson ha atraído una gran cantidad de admiradoras, lo que ha reavivado la discusión en torno a la hibristofilia (El Tiempo).
Wade Wilson y la hibristofilia
Wade Wilson, de 30 años, confesó haber cometido los asesinatos "por el gusto de matar". Sin embargo, estas brutales declaraciones no impidieron que miles de mujeres en todo el mundo mostraran una atracción física hacia él. Esta atracción irracional se puede definir como hibristofilia. Según un artículo de la Universidad de Birmingham (BCU), la hibristofilia es un tipo de parafilia sexual en la que la vulnerabilidad de los criminales y la fascinación por el peligro influyen para que las personas se sientan atraídas hacia ellos, incluidos algunos de los reclusos más notorios del mundo.El fenómeno fue investigado por primera vez en 1986 por el sexólogo John Money, quien lo definió como un trastorno donde una persona se "excita sexualmente solo por una pareja que tiene un historial depredador de ultrajes perpetrados a otros". En el caso de Wade Wilson, sus admiradoras parecen ignorar la atrocidad de sus crímenes y se centran únicamente en su aspecto físico. Tal y como se menciona en un ejemplo citado en los medios, una mujer publicó en redes sociales: "Si mira debajo de todos esos tatuajes que lo hacen parecer tan malvado, es un chico guapo".
Otros casos históricos de hibristofilia
El caso de Wade Wilson no es un evento aislado. La hibristofilia ha sido observada en diversos criminales a lo largo de la historia. Ted Bundy, por ejemplo, uno de los asesinos seriales más conocidos de Estados Unidos, se casó con Carole Ann Boone mientras estaba siendo juzgado por homicidio. Juntos tuvieron un hijo. A pesar de la naturaleza violenta de sus crímenes, Bundy atraía a decenas de fanáticas a las salas donde se llevaban a cabo sus juicios. La fascinación por Bundy ha sido tema de análisis durante años CNN Español.Otro caso conocido es el de Jeffrey Dahmer, cuyo caso también fue llevado a la pantalla en numerosas ocasiones. Dahmer, quien cometió horribles asesinatos, también conquistó a muchas fanáticas que le enviaban cartas, dinero y regalos mientras estaba en prisión. Richard Ramirez, el "Night Stalker", fue otro criminal que se casó con una admiradora en prisión. Su juicio también estuvo lleno de admiradoras que veían en él algo más allá de sus crímenes.
En España, José Rabadán, conocido como el "Asesino de la catana", recibió múltiples cartas de admiradoras durante su encarcelamiento. Rabadán asesinó a sus padres y a su hermana con una espada samurái cuando tenía apenas 16 años. Durante su tiempo en el centro de menores Las Moreras, mantuvo una relación con una joven que lo visitaba regularmente. En la actualidad, Rabadán está casado con otra mujer y tiene una hija (El Español).
Causas de la hibristofilia
Ha habido mucha especulación alrededor de las posibles causas de la hibristofilia. Katherine Ramsland, profesora de psicología forense en la Universidad DeSales, menciona que algunas mujeres, en particular quienes se han casado o han mantenido relaciones con asesinos en serie, dieron las siguientes razones:- Creen que pueden cambiar para bien a un hombre tan cruel y poderoso como un asesino en serie.
- Ven al niño pequeño que el asesino una vez fue y sienten ganas de cuidar de él.
- Esperan hacerse famosas a través de su relación con el criminal en cuestión.
- La noción del "novio perfecto": saben dónde está él todo el tiempo y creen que está pensando en ellas. No tienen que lidiar con los problemas cotidianos que conllevan las relaciones normales.
Blanca Torres, psicóloga y sexóloga, apunta que algunas mujeres también sienten una especie de "instinto maternal" hacia los asesinos. Pese a los crímenes cometidos, algunas pueden llegar a justificarlos, viendo fragilidad en ellos y queriendo protegerlos o salvarlos. Este comportamiento, según Torres, está vinculado a la idea de que el amor puede redimir incluso a los individuos más crueles.
Hibristofilia pasiva y agresiva
La hibristofilia puede clasificarse en dos tipos: pasiva y agresiva. Aquellas personas que envían cartas a los hombres que están en prisión, pero no tienen interés en formar parte de sus actividades delictivas, pueden clasificarse como de hibristofilia pasiva. Muchas de estas mujeres creen que pueden cambiar a los hombres y fantasean con rescatarlos.Por otro lado, la hibristofilia agresiva implica un deseo de involucrarse activamente en la agenda criminal del asesino. Estas personas no solo se sienten atraídas por el criminal, sino que desean ser parte de sus crímenes, ayudándolos o encubriéndolos. Este tipo de hibristofilia puede ser letal, poniendo en riesgo la vida de quienes se involucran con estos individuos peligrosos.
El peligro de la hibristofilia
La hibristofilia no solo es peligrosa para quienes la padecen, sino también para la sociedad. En algunos casos, las personas con hibristofilia agresiva han llegado a cometer crímenes junto a sus parejas asesinas. Tal fue el caso de las jóvenes que se obsesionaron con José Rabadán y terminaron asesinando a otra chica para "saber qué se sentía al matar a alguien".Sheila Isenberg, autora de "Women Who Love Men Who Kill", concluyó que para muchas mujeres, una relación con un asesino es una forma de tener el control por primera vez en sus vidas, especialmente si han sufrido abusos o relaciones tóxicas en el pasado. Mantener una relación con un hombre que está tras las rejas, y que por ende no puede hacerles daño, les da una sensación de poder y seguridad.
Sandra Lustgarten, psicóloga especializada en sexología, advierte que las mujeres que se enamoran de estos hombres están poniendo en riesgo sus vidas. Los hombres psicópatas tienen una gran capacidad de encantar a las personas, pero de fondo son narcisistas sin capacidad de empatía. Lustgarten también señala que muchas de estas mujeres tienen una dependencia afectiva y creen erróneamente que el amor puede cambiar a estos individuos.
La hibristofilia es un fenómeno complejo que refleja aspectos oscuros de la psicología humana. Ya sea por el deseo de cambiar al "chico malo", por la fascinación por el peligro o por una sensación de control, la atracción hacia criminales plantea preguntas importantes sobre la naturaleza del amor, el poder y la violencia. Como hemos visto en el caso de Wade Wilson y otros asesinos notorios, el atractivo del lado oscuro continúa fascinando a muchas personas, con consecuencias potencialmente devastadoras.
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