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La escena del crimen en 3D: La lente digital forense más allá del ojo humano

LECrim

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La reconstrucción tridimensional (3D) de las escenas del crimen se ha erigido como una herramienta revolucionaria en la ciencia forense contemporánea, prometiendo una fidelidad y capacidad de análisis sin precedentes.


El auge imparable de la reconstrucción 3D en la escena del crimen

La documentación y el análisis de las escenas del crimen han experimentado una transformación significativa con la llegada de las tecnologías de reconstrucción tridimensional (3D). Estos métodos prometen una representación más completa y precisa de los entornos delictivos en comparación con las técnicas bidimensionales tradicionales, como fotografías y bocetos hechos a mano, ofreciendo nuevas vías para la investigación y la presentación de pruebas en los tribunales. El mercado global de esta tecnología refleja su robusto crecimiento, valorado en 995.4 millones de dólares en 2021 y con proyecciones que alcanzan los 2.8 mil millones para 2031. Otras estimaciones son incluso más optimistas, sugiriendo una valoración de 1.35 mil millones de dólares en 2023 y una previsión de 4.04 mil millones para 2033.
La capacidad de crear réplicas digitales detalladas, medibles y permanentes que preservan con alta fidelidad las relaciones espaciales y la evidencia física es fundamental.

Este auge es impulsado por diversos sectores, pero de manera creciente por la seguridad pública y la ciencia forense. Norteamérica ha liderado la adopción gubernamental para la reconstrucción de escenas del crimen, mientras que se espera un crecimiento acelerado en Asia Pacífico. La capacidad de crear réplicas digitales detalladas, medibles y permanentes que preservan con alta fidelidad las relaciones espaciales y la evidencia física es fundamental. Estos modelos 3D facilitan análisis cruciales como la determinación de trayectorias balísticas o el análisis de patrones de manchas de sangre, y mejoran la comprensión de los jurados en los tribunales. Sin embargo, la proliferación de técnicas diversas y la ausencia de prácticas estandarizadas introducen complejidades significativas en cuanto a exactitud, fiabilidad e interpretabilidad. La propia definición de "Ciencia Forense 3D" (3DFS) es un concepto emergente, lo que subraya la necesidad de un enfoque estructurado.​

Un universo de tecnologías: La diversidad en la captura de datos 3D

La elección de la tecnología de captura es un primer punto de divergencia que impacta la calidad de los datos. Los escáneres láser, que utilizan principios como el Tiempo de Vuelo (ToF) o la triangulación láser, ofrecen alta precisión (milimétrica) y son rápidos para capturar escenas grandes, siendo cruciales para preservar evidencia frágil sin contacto. No obstante, su costo es elevado y pueden tener dificultades con superficies muy brillantes, transparentes u oscuras, además de generar archivos de gran tamaño que requieren personal especializado. La fotogrametría, que genera modelos 3D a partir de fotografías superpuestas, es más accesible económicamente y puede producir modelos texturizados muy realistas. Sin embargo, su precisión es variable y depende de la calidad de las imágenes, la iluminación y los algoritmos, presentando problemas con superficies sin textura o reflectantes.​

La elección tecnológica suele ser un compromiso entre precisión, costo y pericia, y esta variabilidad inicial es un desafío para la estandarización.

Otros métodos emergentes incluyen el escaneo con luz estructurada, rápido y preciso para ciertas aplicaciones forenses; el LiDAR en teléfonos móviles, que ofrece escaneo rápido y portátil aunque con precisión aún bajo evaluación exhaustiva; y los Campos de Radiancia Neuronal (NeRF) y Gaussian Splatting (3DGS), basados en aprendizaje profundo, que sobresalen en la captura de texturas complejas, reflejos y transparencias donde la fotogrametría tradicional falla, aunque son computacionalmente exigentes. La elección tecnológica suele ser un compromiso entre precisión, costo y pericia, y esta variabilidad inicial es un desafío para la estandarización, pudiendo afectar la calidad de los datos desde el inicio. Los métodos emergentes basados en IA, como NeRF y 3DGS, aunque prometedores, introducen la complejidad de la "caja negra" de algunos algoritmos, dificultando el rastreo de los resultados y planteando nuevos desafíos para su validación bajo estándares judiciales.​

Del dato crudo al modelo final

Una vez capturados, los datos crudos se someten a un procesamiento que incluye la importación, preprocesamiento (eliminación de ruido), registro o alineación de múltiples escaneos o fotografías, georreferenciación si es necesario, generación de una malla poligonal, aplicación de texturas y optimización del modelo. La amplia gama de software disponible, tanto comercial como de código abierto (por ejemplo, Leica Cyclone REGISTER 360, Agisoft Metashape, FARO SCENE, Luma AI), utiliza algoritmos propietarios o abiertos y permite al usuario definir numerosos parámetros, lo que significa que datos idénticos pueden generar modelos finales diferentes. La variabilidad se manifiesta en la intervención manual (selección de puntos, limpieza de nubes de puntos) frente a la automatización, y en los parámetros seleccionables por el usuario (densidad de la nube, resolución de la malla).

La falta de configuraciones estandarizadas y de documentación detallada de cada paso del procesamiento dificulta la reproducibilidad y la transparencia. La naturaleza de "caja negra" de muchos algoritmos patentados amenaza la reproducibilidad, un pilar de la fiabilidad científica. Aunque la IA se utiliza cada vez más para automatizar el procesamiento y mejorar la eficiencia, también introduce los desafíos de la "caja negra", requiriendo nuevos enfoques de validación para su uso forense. Una dependencia excesiva de resultados automatizados sin una comprensión profunda podría llevar a una descualificación de los profesionales y a pasar por alto errores sutiles. Además, la falta de formatos de datos estandarizados para las etapas intermedias y finales crea problemas de interoperabilidad, dificultando el trabajo colaborativo y el acceso a largo plazo, especialmente en casos internacionales.​

La búsqueda de la certeza: Validación de la evidencia forense 3D

La validación de la exactitud y fiabilidad de la evidencia forense 3D es un componente crítico pero a menudo deficiente. Existe un reconocimiento creciente de la necesidad de demostrar la exactitud, fiabilidad, transparencia, reproducibilidad y robustez de las reconstrucciones 3D. El NIST de EE. UU. ha desarrollado estándares para la implementación de tecnologías 3D en laboratorios forenses, especialmente para armas de fuego y marcas de herramientas, que exigen validación y capacitación. La OSAC también ha producido una guía para la fotogrametría forense. Sin embargo, fuera de nichos específicos, los marcos de validación exhaustivos y universalmente adoptados para la REC 3D general están menos desarrollados. Diferentes métodos de captura producen distintos tipos de errores que requieren enfoques de validación específicos, y la elección del software y los parámetros también impacta el modelo final.​

La validación debe ir más allá de la plausibilidad visual e incluir la verificación metrológica cuando las mediciones son críticas.

Establecer una "verdad terreno" absoluta en escenas reales es difícil. Un desafío importante es la cuantificación y el informe robusto de la incertidumbre, especialmente para la fotogrametría. A menudo se confunde la "validación técnica" (funcionamiento del equipo según el fabricante) con la "validación forense" (si el modelo es una representación precisa y fiable para las preguntas forenses específicas, con una incertidumbre conocida). La validación forense debe abordar la "adecuación al propósito" en el contexto real de uso. La validación debe ir más allá de la plausibilidad visual e incluir la verificación metrológica cuando las mediciones son críticas, abordando todo el ciclo de vida de la evidencia.​

El valor probatorio

La diversidad tecnológica y metodológica afecta directamente la consistencia, fiabilidad e interpretabilidad de la evidencia 3D. La consistencia, o la capacidad de obtener resultados similares al analizar la misma escena, se ve comprometida por el uso de diferentes tecnologías de captura que generan datos con niveles variables de precisión y error. Las variaciones en el software de procesamiento y los parámetros seleccionados por el usuario agravan esta falta de uniformidad. La fiabilidad depende de minimizar y cuantificar errores e incertidumbres en todas las etapas: captura (calibración, interferencia ambiental, error del operador, limitaciones tecnológicas con ciertas superficies), procesamiento (errores de registro, artefactos en la generación de mallas, desajustes en texturas) y medición/análisis (incertidumbre en la definición de puntos, propagación de errores).

La búsqueda de "mayor precisión" puede ser engañosa si el flujo de trabajo carece de estandarización, ya que la fiabilidad es tan fuerte como su eslabón más débil. La calidad de los datos depende en gran medida de la pericia del personal, pero faltan programas de formación y certificación estandarizados. La interpretabilidad por parte de no expertos (jueces, jurados) es un desafío, ya que la complejidad de los datos 3D puede llevar a una mala interpretación o a que se otorgue un peso indebido a evidencia visualmente impresionante pero potencialmente defectuosa. La facilidad de manipulación de los modelos digitales, sin registros transparentes, también amenaza la integridad de la evidencia.​

La justicia global: Admisibilidad de la Evidencia 3D

La introducción de evidencia 3D se enfrenta a un panorama judicial global con diferentes niveles de madurez tecnológica y tradiciones legales. Algunas jurisdicciones han adoptado fácilmente la evidencia digital, mientras que otras se quedan atrás. Los sistemas de common law (ej. EE. UU., Reino Unido) suelen tener procedimientos adversariales donde la admisibilidad se cuestiona rigurosamente bajo estándares como Daubert (fiabilidad, testabilidad, revisión por pares, tasas de error, aceptación general) o Frye (aceptación general). En los sistemas de civil law (ej. Alemania, Francia, España), los jueces suelen tener un papel más activo y las reglas de admisibilidad tienden a ser menos excluyentes, evaluándose el valor probatorio durante la deliberación. Los criterios Daubert/Frye plantean un obstáculo para muchos flujos de trabajo heterogéneos de REC 3D, ya que el "método" es a menudo una cadena compleja de software, elecciones del operador y tecnología, no un principio científico único y comprobable. Casos como R. v. Bazuhair and Nirmalendran en Canadá han rechazado evidencia fotogramétrica por fallas metodológicas, mientras que otros en EE. UU. han admitido escaneos láser bajo Daubert. La comprensión por parte de jueces y jurados de datos visuales y metrológicos complejos es crucial; el "efecto CSI" puede generar expectativas poco realistas, y las visualizaciones convincentes podrían eclipsar dudas sobre la fiabilidad subyacente.

La necesidad de estándares universales

La heterogeneidad actual exige un esfuerzo hacia la armonización. Diversas organizaciones como NIST/OSAC en EE. UU., ENFSI en Europa, e ISO a nivel internacional, han comenzado a desarrollar estándares y guías, pero a menudo de forma fragmentada. Se necesita un marco universal para asegurar la consistencia, fiabilidad e interpretabilidad de la evidencia 3D en investigaciones transfronterizas. Principios fundamentales para dicho marco incluirían: integridad de los datos y cadena de custodia para datos 3D; estándares mínimos de resolución y precisión basados en la aplicación; formatos de datos estandarizados e interoperabilidad (ej. X3P, E57); flujos de trabajo de procesamiento transparentes y documentados; validación exhaustiva y cuantificación de la incertidumbre; consideraciones éticas en la adquisición y presentación de datos; y competencia y formación de los profesionales.

Se propone un enfoque escalonado para los estándares: Nivel 1 (Fundamental) con principios básicos; Nivel 2 (Específico de la Tecnología) con guías para métodos de captura específicos; y Nivel 3 (Específico de la Aplicación) con protocolos para análisis forenses particulares. Estos estándares deben ser adaptables para no ser excesivamente prescriptivos y permitir una adopción amplia.​

Un futuro más nítido para la justicia

La reconstrucción 3D de escenas del crimen es transformadora, pero la heterogeneidad actual desafía su aplicación consistente y fiable a nivel internacional. La falta de protocolos de validación universales, la cuantificación rigurosa de la incertidumbre y la formación estandarizada son brechas críticas. Para abordar esto, se recomienda el establecimiento de un grupo de trabajo internacional multidisciplinario para armonizar esfuerzos y desarrollar directrices metodológicas universales. Este grupo debería desarrollar directrices de mejores prácticas escalonadas y promover la investigación en metodologías de validación y modelos de incertidumbre, incluyendo estudios interlaboratorios.
Al abordar la heterogeneidad con un enfoque colaborativo y científico, la comunidad forense puede asegurar que la REC 3D alcance su pleno potencial como una herramienta objetiva y poderosa en la búsqueda de la justicia.

Es imperativo crear programas estandarizados de formación y certificación reconocidos internacionalmente. Fomentar la colaboración interjurisdiccional, el intercambio de conocimientos y la educación judicial sobre evidencia 3D son también pasos cruciales. Al abordar la heterogeneidad con un enfoque colaborativo y científico, la comunidad forense puede asegurar que la REC 3D alcance su pleno potencial como una herramienta objetiva y poderosa en la búsqueda de la justicia.​
 
Aunque no es lo mismo, me recordó a este caso en el que hacen una reconstrucción a partir de una imagen eliminada cuya miniatura se conservaba en el móvil del sospechoso.

 
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