El Tribunal de Distrito de Shizuoka (Japón) ha concedido este lunes una indemnización récord de 217 millones de yenes (aproximadamente 1,34 millones de euros) a Iwao Hakamada, un exboxeador japonés de 89 años que pasó injustamente más de 46 años en el corredor de la muerte.
Una condena basada en pruebas manipuladas
Hakamada fue condenado en 1968 por el asesinato de cuatro personas ocurrido dos años antes. Su sentencia a muerte estuvo basada en pruebas que posteriormente se comprobó fueron manipuladas por la policía, según determinó la justicia japonesa en septiembre de 2024.
Durante décadas, Hakamada permaneció encerrado en condiciones extremas, sometido a una constante amenaza de ejecución que dejó graves secuelas psicológicas. En 2014, tras un largo proceso legal impulsado principalmente por su hermana Hideko, la justicia nipona decidió revisar el caso y anuló la condena, ordenando un nuevo juicio, un procedimiento excepcionalmente raro en Japón.
Una compensación histórica
La indemnización concedida, la más alta jamás establecida por una condena injusta en Japón, se calculó en función del máximo permitido por la ley japonesa: 12.500 yenes (unos 77 euros) por cada día que Hakamada estuvo injustamente encarcelado. En total, pasó más de 16.700 días privado de libertad.
La defensa había solicitado esta compensación máxima alegando el extremo sufrimiento mental y físico provocado por décadas de espera en el corredor de la muerte. El juez reconoció en su fallo que Hakamada fue sometido a interrogatorios "inhumanos" y confirmó que las principales evidencias usadas en su contra fueron fabricadas por los investigadores.
Secuelas irreparables
Aunque la cifra concedida representa un récord histórico, el equipo legal de Hakamada considera que ninguna suma económica puede reparar el daño sufrido por el exboxeador. Sus abogados han manifestado que hoy en día Hakamada vive desconectado de la realidad, sumergido en lo que describen como "un mundo de fantasía" debido a las secuelas provocadas por la injusta detención y la constante amenaza de ejecución.
Revisión del sistema judicial japonés
El caso de Hakamada es el quinto en la historia reciente de Japón en el que un condenado a muerte logra un nuevo juicio y es finalmente exonerado. Los casos anteriores también terminaron en absoluciones, generando un amplio debate sobre la fiabilidad del sistema judicial japonés y la necesidad urgente de reformar las garantías procesales, especialmente en casos donde se aplica la pena capital.
