Macastre y Alcàsser comparten muchas similitudes, más de las que muchos quisieron ver. Pero también una gran diferencia: la repercusión mediática de ambos casos.
En Macastre (año 1989), se encuentran los cuerpos en lugares distintos, en momentos diferentes, y con signos evidentes de violencia. Aun así, el caso se cierra con explicaciones dudosas: drogas, entorno marginal, chicas “conflictivas”. No hubo una línea clara de investigación ni interés real en esclarecer lo ocurrido. Las pruebas forenses fueron mínimas y el análisis de las escenas del crimen fue muy deficiente.
En Alcàsser, tres años después, ocurre un crimen similar: tres adolescentes secuestradas, violadas, asesinadas y enterradas. Pero en este caso, la presión mediática fue brutal. Se politizó, se televisó y se convirtió en un fenómeno nacional. Eso generó más interés, más recursos, pero también más distorsión. Aún así, la investigación tuvo muchas más herramientas que las de Macastre.
Ambos casos tienen signos de planificación, desplazamiento de cuerpos y la participación de más de una persona. En ambos hubo fases de cautiverio y violencia. Y sin embargo, Macastre fue silenciado. ¿Por qué? ¿Por el perfil de las víctimas? ¿Porque había algo más incómodo detrás?
Macastre es el Alcàsser silenciado. Sin detenidos, sin explicación.
El Rincón del Disidente y Félix Ríos, referentes en la investigación de este caso. Buen trabajo,
@CasoEnigma.