Stephanie Dowells, una abuela de 62 años, fue asesinada mientras visitaba a su esposo, David Brinson, un hombre condenado a cuatro cadenas perpetuas consecutivas por haber matado a cuatro personas durante un robo en 1993. El homicidio tuvo lugar en una visita conyugal sin supervisión dentro de las instalaciones privadas de la Prisión Estatal de Mule Creek en Ione, California, generando fuertes cuestionamientos sobre la seguridad y la supervisión dentro de estas visitas.Según informes oficiales, en la madrugada del 13 de noviembre de 2024, David Brinson, de 54 años, utilizó el teléfono de la unidad de visitas familiares para alertar a los oficiales penitenciarios, afirmando que su esposa se había desmayado. Sin embargo, el forense del condado de Amador reveló, tras cuatro meses de investigación, que la muerte de Stephanie no había sido accidental, sino que había sido estrangulada.
La Familia Reclama Respuestas
La devastada familia de Stephanie, especialmente su hijo Armand Torres, ha expresado indignación por la negligencia percibida en este caso:
“¿Cómo pudieron dejar que esto pasara? Mi madre estaba sola con un hombre condenado por múltiples asesinatos. Estoy seguro de que pidió ayuda y no pudo hacer nada”, manifestó Torres a medios locales.
Familiares destacaron que Stephanie Dowells era conocida por su generosidad y apoyo constante, describiéndola como "la piedra angular" de su familia y comunidad. Dowells era propietaria de un salón de belleza en Los Ángeles, un lugar considerado por sus clientes como más que un negocio, un espacio comunitario de escucha y apoyo.

Polémica por la falta de supervisión
Este homicidio ha reabierto el debate sobre la pertinencia de permitir visitas conyugales sin supervisión para personas condenadas por crímenes violentos. Aunque el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR) asegura que las visitas familiares son un privilegio otorgado solo a quienes demuestran buen comportamiento y cumplen estrictos criterios de elegibilidad, la familia y la comunidad cuestionan cómo Brinson, con un historial de extrema violencia, pudo acceder a este privilegio.
Brinson permanece actualmente sin ser acusado formalmente del asesinato, a la espera de que se concluyan las investigaciones del CDCR y la oficina del Fiscal de Distrito del condado de Amador. El fiscal Todd Riebe informó que esperan el informe completo de la autopsia para determinar los cargos específicos contra Brinson, aunque su participación parece evidente.
Una vida dedicada a intentar rehabilitar a su esposo
Familiares relataron que Stephanie Dowells pasaba mucho tiempo tratando de influir positivamente en Brinson durante sus visitas, animándolo a estudiar y leer la Biblia juntos. Su nuera, Nataly Jiménez, mencionó:
“Él estudiaba allí porque ella lo animaba a ser una mejor persona".
Este hecho, que ha conmocionado a la comunidad y generado críticas hacia el sistema penitenciario californiano, plantea profundas interrogantes sobre los criterios que permiten a criminales peligrosos tener contacto sin supervisión con familiares vulnerables. Mientras tanto, la familia de Stephanie continúa buscando justicia y respuestas claras sobre cómo un sistema diseñado para fomentar "vínculos familiares positivos y rehabilitación" permitió que sucediera una tragedia de tal magnitud.